Terapia familiar para adicciones
La familia requiere un proceso educativo para manejar conceptos de recuperación y recaída en el consumo de drogas. Este proceso le permitirá al núcleo familiar identificar las señales de peligro para prevenirlas y, además, facilitará una actuación adecuada y consciente, en caso que llegasen a presentarse nuevos episodios de consumo.

Muchas familias de adictos se sienten aún excluidas de las intervenciones profesionales, pues aún pesa en este campo la tradición de los modelos que han mantenido el foco en el paciente individual. Esta circunstancia puede situar a la familia en un rol de agente patógeno que refuerce la culpa que frecuentemente experimentan sus miembros. Y agrava emociones como el miedo, la impotencia, la rabia, la desconfianza y la inseguridad.